lunes, 9 de marzo de 2009

Mi destierro

Desgraciadamente fui desterrado de Cuenca, por un asunto confidencial. Esto me avergonzó muchísimo, me desterraron a mí, a un gran escritor, Dios mío, no sé cómo va a afectar esto a mi reputación, pero seguramente no muy bien. Espero que nadie se acuerde de este terrible acontecimiento cuando pase el tiempo. Pero al final el hecho de que me desterraran no me ha afectado mucho. Emprendí un viaje a Guadalajara para asistir al capítulo general de esta ciudad, gracias a mi título maestro. Después de un tiempo, en el convento de Toledo, que tantas veces me acogió, estuve viviendo durante un tiempo, para mí fue interminable, mientras estuve allí me dediqué a escribir obras, de las que espero que tengan tanto éxito como las anteriores.
Ha pasado ya un tiempo y de nuevo me veo obligado a viajar, esta vez a Soria, pero este viaje es especial ya que me van a nombrar comendador del convento de esta misma ciudad, en estos momentos me siento orgulloso de mí mismo porque veo que todos mis esfuerzos están siendo recompensados, pues dentro de un año creo que publicaré unas cuantas de mis comedias pues cada vez me veo más inspirado para comenzar otra nueva obra ya que esto me divierte muchísimo, pues por mi cabeza pasan miles de ideas, las cuales a veces no me da tiempo a escribir antes de que se me vayan de la cabeza.



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